Las celebraciones navideñas son temidas y deseadas, depende de para quién y en qué momento de la vida nos pille.

Sentarnos a la mesa con familiares a los que no vemos desde hace tiempo, con los que tenemos poca confianza o con los que hemos vivido discusiones feas, es todo un reto porque puede exponernos a situaciones desagradables o incómodas.

Es posible que, en estos días, las personas que estamos en transición entre etapas, entre momentos vitales, sintamos que no nos ubicamos emocionalmente en ningún lugar o que preferimos estar a solas o con menos gente. Si no tienes un empleo o estás mal en él, si no tienes pareja, si tienes pareja pero no tienes hijos, si te acabas de separar y regresar al hogar familiar temporalmente…lo que sea que te haga sentir que no estás en el punto de la vida que tú quisieras.

Y cuando me preguntan ¿cómo afronto esas conversaciones horrorosas? Pues igual que decimos en relación al sexo que éste comienza desde el último orgasmo, es decir, que desde que te levantas por la mañana todo lo que haces te acerca o te aleja del próximo encuentro erótico, podemos decir lo mismo en este tema. No afrontamos la conversación incómoda, la pregunta pejiguera, cuando surge sino mucho antes. Por ejemplo, la preparación que hacemos en las horas o días previos. Si nos produce ansiedad el mero hecho de pensar en esa fecha y lo que vendrá, podemos empezar practicando el autocuidado. Y con autocuidado no me refiero a irte a un spa o ponerte una meditación. Me refiero a limitar las situaciones que te generen tensión. Como si fueras un móvil en modo ahorro de batería, en los días u horas previas intenta reducir aquello que te consume batería y potencia aquello que te la recarga.

Maneras de afrontar las conversaciones tensas o incómodas:

  • Afrontamiento directo y asertivo.
    • Te agradezco el interés pero ahora no me apetece hablar del tema.
    • Ay, si yo te contara. Otro día mejor.
    • Esto me incomoda, lo siento. ¿podemos hablar de otra cosa? (y diriges a otro tema)
  • Afrontamiento directo y asertivo, previo a la reunión familiar. Avisa antes de empezar, en una breve conversación con algún miembro de la familia con quien tengas más confianza y pídele que te eche un cable si surgen determinados temas. Tener un aliado en la mesa suele ser un acierto. No te sientes solo ante el peligro.
  • Afrontamiento indirecto. Usando, por ejemplo, el sentido el sentido del humor
    • Ya se lo pediremos a los reyes magos/papá Noel.
    • Pasa palabra.
    • Devolver la pregunta, con humor, sobre otra cuestión, haciendo evidente nuestra evasión, como “¿hace falta más pan/vino?” ”¿ha pitado el horno?”.

Recuerda también, antes, durante y después, que muchas de esas conversaciones son incómodas o desagradables para ti pero muy probablemente la otra persona no tiene la intención de hacerte sentir mal. Puede ser positivo entonces conectar con la compasión. Salir de uno mismo, de lo que siente y le importa, y pensar en lo que siente la otra persona. Quizá solo pretende mostrarte interés en tus próximos proyectos, dando por hecho cosas que quizá no debiera, claro. Sé que es difícil en ese momento pensar así pero si ya vas preparado para ello, con la compasión en mente, cuando llegues y se produzca, lo afrontarás con menos emocionalidad, tal vez.

Si estás en un momento difícil, inestable, sintiendo que has retrocedido, que estás estancado, que te gustaría estar en otro lugar literal o figuradamente, estas festividades pueden servirnos para reconectar con la esencia de quienes somos más allá de nuestro momento actual. Que lo que puede llegar en un futuro no nos desconecte del presente. Aprovechemos para reconectar con las cosas que nos gusta hacer en solitario y las compartidas. Para valorar lo que sí tenemos, por poco que sea, aunque deseemos que mucho más esté por llegar.

Porque la narración de nuestra historia, la película de nuestra vida, no es el fotograma que aparece en pantalla ahora, congelado, en pausa. Bueno, sí, lo es, pero es mucho más. Necesitamos hacer zoom, especialmente estos días, para ver la imagen completa, sin que eso desmerezca o invalide el dolor que podemos estar sintiendo ahora.

Espero que te sirva. Un abrazo inmenso