¿Qué significa estar solo? ¿Sin pareja es estar solo? Porque las parejas ¿no están solas nunca más? Les dicen que hay que ser felices
así. Que si duele no es amor. Que debemos ser independientes.
Kate Millet decía que el amor es el opio de las mujeres. Yo añadiría que el amor romántico ha sido el opio de las mujeres. Pero que ahora no nos vayamos al extremo opuesto. Ese extremo en el que se situaban los hombres de la época (y de algunos de ahora), duros, solitarios, autosuficientes, cuyas mujeres eran accesorios de una vida totalmente independiente. Hombres que no conectaban con sus emociones o que rechazaban darse o sacrificar nada por su pareja.
Yo no quiero, para no fumarme el opio del romanticismo, irme a ese lugar. Quiero que todos, independientemente de su género, vivan en un punto de encuentro entre la autosuficiencia total y absoluta y la conexión profunda. Que la pareja sea un espacio de libertad.
Yo soy libre. Y en mi libertad te quiero libre. Y en mi libertad prefiero que estés a mi lado y yo estarlo al tuyo. Y no solo en mi relación de pareja. En todas las relaciones que establezca, con mis familiares y amistades.
Yo sí necesito a mi tribu y me aplauden cuando lo digo pero si expreso que necesito o prefiero estar en una relación de pareja, entonces soy una dependiente emocional que necesita aprender a estar sola. Pues miren ustedes, no quiero estar sola. Quiero tener familia, amigos, pareja. Respetarles, quererles, convivir con ellos. Sobreviviré si no están, pero un pedacito de mí se desprenderá y está bien, no pasa nada. Es un dolor asumible como parte de las reglas del juego.
¿Cuál es el motivo por el que ahora se nos trata de empoderar así? No lo sé. Lo que sí sé es que cuando las mujeres salieron de los hogares para incorporarse al mundo laboral, el hombre no entró en el hogar. Y las mujeres, que fuimos esclavas en lo doméstico, creímos liberarnos y sin embargo nos esclavizamos doblemente. No sé cuántas décadas después, el hombre empieza a entrar en lo doméstico. Solo nos ha costado unas cuantas décadas de lucha que el 40% de los hombres comparta responsabilidad doméstica.
Y ahora nos queremos liberar del amor romántico, cosa que es fantástica, porque es un cuento chino que causa mucho dolor. Pero ¿hacia donde vamos? Vamos en la misma dirección de aquellos hombres? ¿de nuevo vamos a cometer el mismo error? Yo no quiero vivir el amor como Don Draper en Mad Men. Quiero estar conectada con mis emociones y compartirlas con mi pareja y que el amor sea libre y generoso aunque a veces duela. Quiero que los hombres tengan la misma suerte de conectar y amar sin apego y con generosidad.
Preferir estar sola o preferir estar acompañada debería ser igualmente válido. Porque no es más que eso, una preferencia. Y nadie tiene la verdad absoluta para decirte que es mejor una cosa u otra. No todo es válido para todo el mundo.
Si te interesa este tema te dejo este vídeo sobre el amor, el apego y la dependencia emocional.