¡Ya es navidad! Toca ser feliz… ¿o no?
Villancicos, grandes árboles y decoración navideña desde principios de noviembre. Algo me dice que se acerca la Navidad. Esa época que despierta ilusión y alegría en muchos de nosotros, pero que otras personas detestan enormemente.
Hay un término en psicología cuyo significado más o menos se resume en “cuando te obligan a algo, te rebelas y actúas de forma contraria”. Esa reactancia es la que hace que muchas personas odien (así, sin medias tintas) esta época del año. Porque toca ser feliz, quieras o no.
Al ser días de recogimiento, de pasar en compañía, en familia, las ausencias se hacen más notables. Y nos acordamos aún más si cabe de aquellas personas que ya no están en nuestras vidas, porque murieron, porque se marcharon, porque las apartamos…Es difícil dejarte imbuir por el espíritu navideño cuando sabes que te falta alguien.
Ese es el escenario en el que nos encontramos. ¿Y ahora qué?
Si eres de los que disfrutan como niños de estas fechas quizá no te apetezca seguir leyendo, pero sino, estate atento a estos consejos para sobrevivir a la Navidad:
- No te fuerces demasiado. Fingir que eres el paje más risueño de los reyes magos no hará que te lo creas más. Encuentra el punto en el que te encuentres más cómodo.
- Evita los comentarios sarcásticos, antinavideños, o de este tipo. Regodearte en los pensamientos negativos sólo servirá para que te quedes estancado en ese estado.
- Evita ver la televisión en los días cercanos a las fechas. Porque sí, todos los programas se visten de gala, de rojo y oro, aunque hablen de sucesos o del tiempo. Mejor música o la radio.
- Tratar de olvidar a los que no están es un error. Sobre todo porque intentar dejar de pensar en algo hace que pienses aún más en ello. Recordar a nuestros seres queridos desde la positividad es lo mejor que podemos hacer. Sería sustituir los pensamientos de “ya no está aquí”, “le añoro”, “esto no es lo mismo sin él/ella” por “¿te acuerdas cuando mamá cocinaba aquella sopa tan rica?” o “¡qué anécdotas contaba el abuelo! Cómo nos reíamos”.
- Te sientes solo, no estás solo. La soledad es uno de los sentimientos negativos que más aparecen en estas fechas. Pero es eso mismo, un sentimiento, que puede no estar describiendo una realidad. Acércate a la gente, a familia aunque os veáis poco, a amigos con los que no quedas “por no molestar”. O si lo prefieres organiza algo tú, para ti mismo o para vecinos/compañeros de trabajo que estén en tu situación…Sólo hay que tener un poco de iniciativa y eliminar de tu mente esa creencia absurda de que somos los únicos que no tenemos plan.
- Siente a través de los otros. Que tú no puedas/quieras disfrutar de estos días no implica que no puedas empatizar con la alegría de los que disfrutan. Fíjate en algún niño a tu alrededor, cómo son capaces de sonreír con las luces, los puestecitos navideños, con qué ilusión esperan su regalo. Piensa que esa alegría que no sientes la puede sentir un niño así que compra un juguete para alguna campaña de donación (cruz roja tiene cada año en marcha ayudas de este tipo), presta tu tiempo a algún voluntariado relacionado con esto.
- Si no has podido levantar el ánimo después de poner en práctica alguno de los consejos, sólo te queda consolarte con que es temporal, hay que resistir unos días estoicamente y ya está.