Este artículo está escrito por una mujer que es, tal cual, como la imagen que acompaña estas palabras. Ella la ha elegido por sentirse identificada y no puedo estar más de acuerdo. Porque es belleza y valentía. Lo hermoso y aparentemente frágil que se abre paso ante la losa que pretende inmovilizarla, sin éxito.
Os dejo con su reflexión.
¡Buenos días, buenas tardes o buenas noches!
Voy ha empezar ha hablar sobre el miedo que tenía de ir a una psicóloga, «yo no estoy loca, yo estoy bien» decía…
Y sin embargo ahora digo que es lo mejor que he hecho y haré en mi vida.
Para poneros en situación de lo importante que ha sido mi experiencia en consulta con Susana voy a contar un poco el motivo por el que acudí en busca de su ayuda.
Mi historia es un poco como una «película» por así llamarlo.
Empecé a sufrir abusos sexuales por mi primo, a los 8 años aproximadamente (digo aproximadamente porque sin quererlo inconscientemente se me borraron muchas imágenes, digamos que es un «mecanismo de auto-protección») hasta los 12 años.
Mis padres no sabían nada, mis hermanos no sabían nada, mis amigos no sabían nada, nadie sabía nada…
Todo lo que viví ha podido permanecer en silencio, bajo cerrojo y creyéndome (auto convenciéndome) que todo eso no había pasado durante 10 años.
He tenido que coincidir con mi primo en todos los eventos familiares, en comidas, en cenas y hasta pasar la noche bajo en la misma casa, y a todo esto tuve que disimular, fingir y callar.
A los 16 años tuve mi primer noviete y empezamos a experimentar. Me di cuenta que al intentar mantener relaciones sexuales me bloqueaba y todo venia por todo lo que había pasado.
Un día después de estar tanto tiempo en silencio, noté que había algo en mí que se estaba haciendo muy grande muy grande que ya no era capaz de controlar. Necesitaba contarle a alguien que me había pasado.
El dia 9 de noviembre de 2017 se lo conté a una de mis mejores amigas. Ese paso fue muy importante para mí, fue el primero para «salvarme».
Pasaron los días y me di cuenta que me había liberado pero que algo seguía ahí dentro, que no había podido arrancarlo.
Al mes siguiente, hice otro gran paso hacia la meta, se lo conte a mi prima.
Tuve mucha suerte porque ella fue la que me puso en contacto con Susana.
Mi primera sesión fue increíble.
No quería ir a consulta, me puse a llorar porque le tenía que contar algo traumático que me había pasado a una persona que no conocía de absolutamente nada.
Entré en consulta acompañada de mi prima, hablaron de un trabajo en común y le dijo que podía salir, me invadieron los nervios por todo el cuerpo no sabía si reír o llorar.
Me miró a los ojos, me sonrió y me transmitió tanta tranquilidad.
Salí de consulta llorando de felicidad y dándole las gracias a mi prima una y otra vez sin parar porque vi en Susana esperanza y toda esa fuerza que fui perdiendo en mi lucha solitaria durante tantos años.
Mi paso por consulta ha sido espectacular, todo el mundo al que le cuento que he superado todo esto en 4 sesiones flipa, casi tanto como flipamos hasta la propia Susana y yo.
Trabajamos duro y lo conseguí.
Me puse en sus manos, me ayudo a desgarrar todo lo malo que acumulé durante todos esos años, a perdonarme, me devolvió la esperanza, me enseñó a conocerme y a quererme.
Cómo he dicho al principio, ir a consulta con Susana, una magnífica profesional y mejor persona, ha sido lo mejor que habré hecho en mi vida.
Eternamente agradecida.