¿Está preparado para una nueva relación? ¿Me siento yo preparado para volverme a enamorar? La respuesta a esta pregunta varía mucho en función de lo que creamos qué es el amor y las relaciones.
«Después de tanto tiempo en una relación necesito ser libre.»
Esta frase la he escuchado cientos de veces, no solo en boca de mis pacientes sino cuando me narran que desean avanzar en una relación pero la otra persona les viene con esta canción.
La libertad es ese concepto abstracto maravilloso que todas las personas deberíamos sentir en todas las facetas de nuestra vida. La cuestión es cómo a veces podemos malinterpretar qué es la libertad, especialmente si se trata de una relación amorosa.
Suele ocurrir que al finalizar una relación en la que ha habido grandes dosis de dependencia emocional, por parte de uno o ambos, tratamos de huir de ello yéndonos a lo que creemos que es lo opuesto: la libertad.
Lo que ahí quizá no vemos o no entendemos es que la libertad está presente en una relación sana. Forma parte del amor, romántico y de amistad.
Las parejas que viven su amor de manera sana son libres.
No se les chantajea emocionalmente si desean tener un espacio propio.
No rinden cuentas a nadie. Comparten la información, no son interrogados ni cuestionados ni juzgados.
Así que si has pasado tú o la persona con la que te estás conociendo por una situación similar en la que habéis vivido un amor dependiente, te digo que esa es solo una de las muchas formas de tener una relación y no es la más saludable. Pero que la libertad no tiene que ver con ello.
La libertad está en la persona sin pareja pero también en la que está en una relación sana.