Soul Pancake hace experimentos sobre aspectos de la felicidad y a veces sus conclusiones son cuanto menos fascinantes. En un experimento muy interesante vieron que la intimidad y la cercanía que se necesitan para desencadenar el proceso de enamoramiento puede ser inducido mediante una intensa e ininterrumpida mirada de 4 minutos. Tanto en desconocidos (enamorarse) como en personas que conviven y llevan años de relación (volverse a enamorar). Como veréis en el vídeo yo soy más de redondear y 5 minutos me parece incluso mejor. Mejor que sobre que no que falte.

Y es que una de las primeras cosas que suceden cuando te distancias de tu pareja es que simplemente dejas de mirarte a los ojos o lo haces fugazmente. El poder de la mirada, de una mirada sostenida, sin palabras.

En este vídeo os cuento un poco sobre ello. Dos minutos que vale la pena no perderse tanto si aún no estás enamorado como si quieres volverte a enamorar de tu pareja con la que has ido perdiendo conexión emocional.

https://www.youtube.com/watch?v=XVR-NAT76cU

Nos enamoramos con la mirada y sin embargo dejamos de cuidarla cuando damos por hecho a la otra persona. No me canso de repetiros, por aquí en el blog y en consulta, que en la vida, en el amor, no podemos dar a nada ni nadie por sentado. Que todo lo que no cuidas termina por morir, a veces de forma lenta y agónica y otras más de la noche a la mañana.

Decía Anaís Nïn que “El amor nunca muere por causas naturales. Muere porque no sabemos rellenar su fuente.» Y una fuente poderosa de amor es la mirada, la complicidad que ésta genera, su cercanía, su intensidad.

¿Quién no tiene 5 minutos al día para potenciar la salud de su relación, para sentir genuinamente?