Me preocupa tanto una pareja que discute mucho y mal que una que jamás discute.

Quizá somos una sociedad que ve como un signo de debilidad en la pareja el hecho de que exista conflicto. Un roce, un malentendido, una discrepancia, un enfado. ¿Son síntomas de que no nos llevamos tan bien como creemos? Por mi experiencia viendo a parejas felices y parejas infelices, debo decir que es un síntoma más bien de la confianza que tienen los miembros de la pareja en que se pueda resolver.

Confío en que al decirte lo que me ha molestado, tú serás capaz de revisar tus palabras o acciones para buscar un atisbo de autocrítica y en caso de estar de acuerdo con ello me harás sentir cómodo con mis propios sentimientos, me entenderás, me veré validado en el otro, y así yo también podré hacer esa autocrítica.

Te dejo el enlace a mi artículo de colaboración mensual con el diario El Plural en el que te cuento más sobre este tema. Pincha aquí.